PRÓLOGO

Para una mayor comprensión del desarrollo de mi andadura artística, debería explicar los pasos seguidos hasta ahora.
Ante el convencimiento de que actualmente la obra de arte se formula de manera multidisciplinaria, busco integrar distintas formas artísticas en mi obra.
Basándome en el potencial que hasta entonces tenía: había hecho tapices, danza, teatro, cine o expresión corporal, me propuse realizar un proyecto duradero, polifacético e integrador.
Por la variedad de posibilidades que me ofrecía, me decanté por el textil. Sacarlo de la pared al espacio y recrearlo como un organismo vivo y con significado.
Por ello, concebí el proyecto por partes, dejando que cada parte surgiera como fuera.
Lo Imaginé como si fuera un árbol anclado en la tierra y lo desglosé de la siguiente forma:
La tierra sería la experiencia adquirida a largo del tiempo en las distintas facetas artísticas.
Los tapices serían las primeras partes en surgir del árbol, algo así como las raíces, el agua.
El tronco serían las instalaciones, el fuego.
Y por último, las performances, serían las ramas, el aire.
Aunando esas cuatro formas y disciplinas artísticas, lograría así crear una obra más expresiva y sólida.